Padre celestial,
Te agradecemos
no sólo por el cuidar de nuestras necesidades diarias,
sino también por las muchas y generosas bendiciones hechas a nuestras vidas.
Te damos gracias también por
nuestros dones, nuestros talentos, nuestro tesoro.
Danos el valor y la fuerza
para hacer uso de estas mismas bendiciones y satisfacer las necesidades estructurales
y espirituales de la
Iglesia de San Luis nuestro hogar espiritual.
Que el Espíritu Santo despierte en nosotros el celo de evangelizar, unirnos como una familia,
cooperar y así poder sacrificarnos voluntariamente,
de manera que podamos hacer frente a las responsabilidades y retos de alcanzar nuestro objetivo
para esta campaña capital.
Te pedimos que nos envies
el mismo espíritu que tu servidor y nuestro Santo Patrón San Luis Gonzaga, que incluso a una
temprana edad, estuvo dispuesto a dejar su honor
y riquezas para servirte.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén